Conocí a Sachiko en Nueva York, en marzo de 2024, durante el pop-up al que asistí. Recuerdo que fue un encuentro tan espontáneo como especial. Una chica estilosa, con su larga melena oscura y rasgos asiáticos, se acercó preguntándome quién estaba detrás de la marca Mosquito.
Fue increíble que alguien viniera al evento buscando a Mosquito, buscándome a mí. En ese momento, me di cuenta de lo pequeña que puede ser la ciudad y lo grande que se siente cuando alguien te busca por lo que haces. No conocía a nadie en Nueva York, así que no esperaba ver a nadie. Solo el hecho de que alguien cruzara la ciudad para ver mis piezas fue un inmenso elogio hacia mi trabajo, un regalo en sí mismo.
Empezamos a hablar. Seguía la marca desde hacia un tiempo, y vino al evento a ver los productos en persona. Tenia ya sus favoritos, piezas como el collar Barranaca, el Varadero o la Peineta Tapia. Es estilista y esta basada en Nueva York. De padre Americano y madre Japonesa, decide instalarse a la ciudad 7 años atrás. Y así sin más, fue cómo, en medio de la ciudad que nunca duerme, nos conocimos.
Intercambiamos nuestros contactos y prometimos seguir en contacto. Sachiko fue increíblemente generosa, recomendándome tiendas donde mis productos podrían encajar perfectamente. Para mí, toda ayuda es bienvenida cuando emprendes, y más si viene de alguien que lo hace de manera tan desinteresada y genuina. Su gesto, junto con su curiosidad por mi proyecto, por lo que hago, quedó grabado en mi mente… y, por qué no, un pedacito de mi corazón también. Es uno de esos recuerdos que me acompañan y que se quedan guardados en algún rincón especial de mi experiencia.
Tuve la suerte de regresar a Nueva York poco después, este mismo año. Esta vez, con un poco más de experiencia, tenía claro que quería organizar una sesión de fotos en la ciudad. Cada vez que voy, siento una emoción tan profunda, como si fuera la primera vez. Nueva York tiene algo tan único; siempre hay algo nuevo por descubrir, tan desenfadada, vibrante y llena de vida.
Cuando pensé en quién podría ayudarme a capturar esa historia, pensé directamente en Sachiko. Le propuse crear algo juntas, en su ciudad. Aceptó encantada, y a partir de ahí comenzó la colaboración. Su presencia en el shooting fue clave para que todo saliera perfecto. Me ayudó a dar forma a mis ideas, tanto en lo creativo como en lo práctico y logístico. A vestir a esa mosquita y a explorar y enseñar cómo llevaría y combinaría piezas como el Broche Abalone, el collar paloma o cómo el collar Mozza.
La sesión fue en mi último día en la ciudad, el mismo día en que volvía a casa. El cielo estaba completamente despejado y el sol brillaba con fuerza. Ese mismo día, también conocí a Levi, su gigantesco, adorable y amoroso perro. Por supuesto, él también hizo de modelo. Muchas gracias a los dos, a Sachiko y a Levi, por hacerme sentir tan cómoda, como en casa, por la generosidad, el entusiasmo y la ayuda. Muchas gracias de todo corazón.
Un agradecimiento también, a mi querida amiga Elna y a Serena por la ayuda incondicional de ambas.
Estoy tan agradecida por momentos como este, y quiero compartir ese amor con vosotras. ¡Usad el código NYC15 para obtener un 15% de descuento en vuestra próxima compra! Sí, solo por tiempo limitado!